Agni, dios del fuego, y dios del sacrificio, nade de nuevo cada vez que se enciende un fuego. Se trata de uno de los principales dioses védicos (de la India primitiva), pero su rol se fue limitando lentamente, siendo sus atributos asumidos por Shiva o Skanda (parido por Agni tras un breve y agónico embarazo)
Mientras el fuego de Shiva será el que arrasará el mundo hacia el final de los días, el de Agni limpiará y purificará la suciedad y los pecados del mundo. Esa es la razón por la cual en el hinduísmo se practica la cremación de los muertos.
La capacidad purificadora del fuego de Agni, fue concebida por el sabio Bhrigu.
Bhrigu raptó a la esposa de otro hombre y el marido ofendido, le preguntó a Agni donde podría encontrarla ya que conocía todos los hogares. Agni se lo dijo, pero Bhrigu se enojó tanto que maldijo a Agni para que se comiera todo lo que a su paso encontrara, fuera esto puro o impuro. Agni dijo que al ser un dios, debía decir la verdad, por lo que entonces Bhrigu le dio poder para purificar todo lo que quemase.
Agni tiene dos cabezas, un cuerpo rojo de fuego y siete lenguas que con avidez chupan la manteca utilizada durante los sacrificios.