Shiva, señor de la danza

A Shiva, el destructor, se lo representa como un hombre de familia, como a un hombre sagrado con cabello enmarañado y el cuerpo cubierto de cenizas; como Bhuteswara, señor del los espíritus, con un collar de calaveras; y como en este caso, como señor del Tandava, la danza universal en la que baila la creación y destrucción del mundo, pisoteando al enano de la ignorancia humana. Mediante el feroz poder de su danza, Shiva revela la verdad cósmica. Danza en un círculo de llamas, llevanod en una mano la llama de la destrucción y en la otra el tambor de la creación.

Los hombres santos que lo vieron bailar aclamaron:

"¡Te contemplamos danzar,

fuente del mundo,

te tenemos en nuestros corazones!"

Por ti giera esta rueda de Brahama.

Tú, único guardián del mundo,

estás lleno de Maya.

Nos refugiamos en tí.

Te adoramos.

Eres el alma de Yoga,

señor de las conciencias,

que bailas la danza divina."

La familia de Shiva: Ganesh y Skanda

El dios Shiva vivía en el Monte Kailasa con su gentil diosa Parvati, y con sus dos hijos, Skanda (o Kartikeya) y Ganesh.

Skanda era el mayor de otros seis hijos engendrados por Shiva. Un día Parvati abrazó a todos los niños juntos con tanta fuerza que se fundieron en un solo cuerpo con seis cabezas. Skanda, que era el dios de la guerra del hinduísmo, se convirtió en un joven apuesto, lo contrario que su pequeño hermano Ganesh, con cabeza de elefante.

Skanda, cuando tuvo edad sufiente, mató al demonio Taraka, que habia estado sojuzgando a los dioses.

Ganesh de modo diferente, había nacido de la suciedad de Parvati en su baño.

Existen distintas versiones en relación con el modo en que adquiere su cabeza de elefante: en una de ellas, se dice que Parvati le pide que impida que nadie la moleste mientras toma su baño y cuando impide el paso de Shiva, éste le quema la cabeza con su tercer ojo. En otra, Shiva, que había estado ausente, no reconoce a su hijo y le quema la cabeza porque piensa que estaba cortejando a Parvati, finalmente, en una tercera versión, el planeta Saturno, mientras está cuidado al bebé Gamesh, se olvida del poder de su mirada y le quema la cabeza por accidente.

En todas las versiones, luego la cabeza de Gamesh es sustituida por la de un elefante.

por Graciela Paula Caldeiro